Otros discursos son posibles

Andrea Ruiz Balzola

El libro de Carlos Giménez Romero Se dice que. Comentarios de opinión sobre la cuestión migratoria (ZAS!, 2022), publicado este mes de junio por Zurrumurruen Aurkako Sarea / Red Vasca Antirumores, es en realidad un texto de actualización y ampliación de una obra anterior: Qué es la inmigración. ¿Problema u oportunidad?, ¿Cómo lograr la integración de los inmigrantes?, ¿Multiculturalismo o interculturalidad? (RBA, 2003).

Para quienes trabajamos en el ámbito de la movilidad humana y sus múltiples dimensiones, la ingente labor de Carlos acerca de la cuestión migratoria, los modelos de integración, la interculturalidad y la convivencia, tanto en sus escritos, investigaciones y formaciones como en sus siempre esperadas visitas a Euskal Herria, ha sido y es muy relevante. Y aquel libro en concreto lo fue por diferentes motivos. Primero, por el momento: la migración comenzaba a ocupar un espacio central en el debate público y, desde la investigación, la acción social y las instituciones, comenzábamos a perfilar y poner en práctica diferentes líneas y estrategias para afrontar un fenómeno sin duda complejo y que tenía la potencialidad de generar múltiples estereotipos y prejuicios. En este sentido, y he aquí un segundo motivo, el texto de Carlos Giménez fue útil para docentes, activistas, entidades sociales, personal técnico, etc.. Fue, si se quiere, el primer libro antirumores mucho antes de que esta estrategia fuese perfilada.

En efecto, no fue hasta el 2010 cuando la estrategia antirumores comenzó su andadura en Barcelona, despertando el interés del tejido asociativo y de las instituciones vascas. El trabajo de diversas entidades sociales y ayuntamientos junto con el Ikuspegi (Observatorio Vasco de Inmigración) culminó en 2019 en la creación de ZAS!, una red de agentes sociales e institucionales que desde entonces viene desarrollando una estrategia de sensibilización social para prevenir la discriminación y la xenofobia, mejorar la convivencia y aprovechar el potencial de la diversidad cultural. En este sentido, la labor de ZAS! es un primer peldaño en una estrategia política más amplia, un peldaño que se refiere a los marcos conceptuales que como sociedad hemos naturalizado y que de manera pre-reflexiva o inconsciente se nos imponen. De ahí que el trabajo de Carlos haya sido fundamental para nosotras.

Desde aquel 2003, el escenario en relación a los movimientos migratorios ha cambiado mucho. Tanto en los diferentes niveles institucionales como en el mundo asociativo hay una larga experiencia en la elaboración e implementación de planes de integración, políticas públicas municipales y modelos y experiencias comunitarias de convivencia que en este tiempo nos han mostrado los retos, límites y oportunidades en la gestión de una convivencia intercultural. Sin embargo, como el propio Carlos menciona, la xenofobia es mucho más desafiante a día de hoy y lamentablemente la utilización de la inmigración como arma política se ha convertido en una estrategia para diferentes partidos políticos. El horror de la violencia ejercida en la frontera con Melilla el pasado 24 de junio sobre personas procedentes de diversos países africanos ha generado un nuevo discurso gubernamental en el que las migraciones, obsesivamente ligadas a los traficantes y mafias (así Europa traslada su responsabilidad por las vidas truncadas en un “no son nuestros muertos son los de ellos”), se han convertido de pronto en una cuestión de defensa nacional y de ataque a la integridad territorial. Esta es la última vuelta de tuerca, pero visto el panorama, habrá muchas más.

Por todo ello, el nuevo trabajo de Carlos es necesario y, me atrevo a decir, imprescindible. La actualidad política y social necesita de miradas, perspectivas y razonamientos que, sin obviar la complejidad de un fenómeno como el de las migraciones, contribuyan a la construcción de nuevas narrativas. Por tanto, aquellos comentarios de opinión del 2003 merecían ser revisitados por el propio autor. En ocasiones para reafirmar lo dicho entonces, en otras para introducir importantes matices. Tanto entonces como ahora nos ofrecen una poderosa batería de argumentaciones que, sin renunciar a la complejidad y desde el rigor científico, nos permite avanzar en la construcción de marcos interpretativos en torno a la cuestión migratoria más necesarios que nunca en la Europa actual.

Son diecisiete comentarios a opiniones y preguntas que cotidianamente podemos escuchar en nuestros entornos más cercanos o en las declaraciones de un cargo político y leer en artículos de prensa o confusos e incendiarios tweets. Preguntas como “¿Cuántos inmigrantes pueden integrar una sociedad?” o “¿Somos racistas los españoles?” y afirmaciones del tipo “Los que están legales bien está, pero no podemos consentir la ilegalidad” o “La inmigración aumenta la delincuencia y la inseguridad” son abordadas en estas páginas recogiendo los malestares que detrás de ellas se ocultan para ofrecer una serie de respuestas precisas, a través de una información objetiva y veraz.

Finalizo con un último motivo que subraya la importancia de esta publicación electrónica y que atañe a nuestra labor como antropólogas: este libro constituye un ejercicio de antropología implicada y de orientación pública. Y lo es porque contribuye a acometer un fenómeno de especial relevancia pública, como lo es el de las migraciones, dirigiéndose a toda la ciudadanía. Se trata, si se quiere, de una contribución al desarrollo de una pedagogía social transformativa.

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